La diferencia de esta tabla es su curvatura, que hace que la evacuación no repercuta en la espalda del herido
La diferencia de esta camilla con las actuales es la curvatura, cuyos detalles Tárraga guarda en secreto, puesto que facilita el acceso al accidentado sin tener necesariamente que romper techo o puertas con maquinaria hidráulica, unas labores con algún riesgo que, además, dilatan en el tiempo de extracción del herido.
«La revolución de esta tabla es la curvatura, un secreto que prefiero no revelar», ha apuntado antes de explicar que «los grados aplicados hacen que la evacuación no repercuta en la columna vertebral y en los omoplatos, por lo que la víctima no sufre en el traslado».
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